3 mar 2011

CONTA, CONTA...

SELECCIÓN DE CONTOS

EL MARCIANO PREGUNTÓN
         En el año 2020, a un famoso astronauta se le ocurrió viajar a Júpiter e investigar sobre el planeta. Así que un mes más tarde, despegó.
          Ya estaba en el espacio cuando su nave tuvo una avería. Tenía que parar en el planeta más cercano que, en este caso, era Marte.
          Al aterrizar, y salir de la nave, un marciano lo vio y le preguntó:
          - ¿Quién eres?
          - Un astronauta.
          - ¿Qué es eso?
         - Gente que viaja por el espacio.
          - ¿En qué has venido?
          - En mi nave - respondió incómodo el astronauta, sintiéndose interrogado.
          - ¿Qué le pasó a tu nave?
          - Tiene una avería. ¿No crees que te pasas con las preguntas?
         - ¿Tu crees? -dijo el marciano-. ¿Puedo ayudarte con la avería?
          - Vale.
          Y con la ayuda del marciano, el astronauta pudo llegar a Júpiter.
DAVID


VIAJE A MARTE
          En el año 3.000, una niña llamada Laura, de pelo largo y castaño, de ojos marrones y muy graciosa, estaba paseando por el bosque con su perro Tomi, un dálmata que sabía hablar, y su amigo Nick, un niño muy listo, de pelo castaño y ojos verdes.
          Mientras caminaban, para su sorpresa, vieron una luz entre los árboles.
          - ¿Qué es esa luz? -preguntó Tomi.
          - Yo he pasado muchas veces por aquí y nunca la he visto - dijo Laura.
          - Vamos a ver que es -dijo Nick.
          Se acercaron y, de repente, una luz se los tragó y aparecieron… ¡en Marte!
          - ¿Dónde estamos? -preguntó Laura.
          - No lo sé -dijo Nick.
          - Preguntemos a ese extraño ser -dijo Tomi-. Hola, ¿puede decirnos donde estamos?
          - Hola, estáis en Marte -dijo el marciano.
          - ¿Cómo hemos llegado aquí, y cómo podemos volver? -preguntó Nick.
          - No se cómo habéis llegado, pero el rey es muy generoso y puede ayudaros -dijo el marciano.
          - ¿Cómo se llega al castillo del rey? -preguntó Laura.
          - Seguid recto, luego girad a la derecha y ya está.
          - Gracias, adiós -dijo Tomi.
          - Adiós -respondió el marciano.
          - Rápido, ya son las siete y nuestros padres se van a preocupar -dijo Nick.
          Caminaron un rato y llegaron al castillo.
          - Hola, queremos ver al rey -dijo Laura -. Es urgente.
          - Lo siento, pero no podéis pasar -dijo uno de los guardias.
          - Tenemos que idear un plan para pasar -susurró Tomi a los niños.
          En ese momento, un camión iba a entrar en el castillo.
          -Ya se, podemos meternos dentro del camión y pasar -dijo Laura.
          Aprovechando que el camión había parado, entraron en él sin ser vistos y cuando el camión paró, salieron de él rápidamente.
Después de probar varias puertas, encontraron la puerta correcta.
          - Hola, hemos aparecido en este planeta por sorpresa y queremos volver a la Tierra -dijo Laura.
          - Hola. Creo que sé lo que os ha pasado, a veces aparece una luz que trae aquí a quién está cerca -dijo el rey.
          - Si, eso es lo que pasó -dijo Nick-. ¿Cómo podemos volver?
          - Os dejo mi nave espacial, está en el patio.
          - Adiós y muchas gracias -dijo Tomi.
          - Adiós.
          Subieron a la nave espacial y un marciano los llevó a casa.
INÉS


LA PULSERA MÁGICA 
          Había una vez dos niños que se llamaban Héctor y Laura. Héctor y Laura eran hermanos y vivían en una gran casa en Coruña.
          Un día, después de comer, los dos hermanos decidieron ir a dar un paseo por el bosque. Cuando estaban dando el paseo, Laura vio como si algo brillara entre las plantas.
          - Héctor, ven, mira que he encontrado -dijo Laura.
          - ¡Una pulsera! ¡Cómo brilla! -exclamó Héctor.
          Héctor, que ya tenía once años, decidió cogerla y ponérsela. Del interior de la pulsera, se abrió una boca que les dijo:
          - Yo soy la pulsera mágica, que os concede dos deseos.
          - ¿De verdad? -dijo Laura.
          - Sí, niños. Decidme ahora vuestros deseos.
          - Yo deseo un caballo grande -pidió Laura.
          - Yo quiero un caballo fuerte y bonito -dijo Héctor.
          - Bueno, niños, ahora yo me tengo que ir, pero vuestros regalos estarán aquí a las dos y media -dijo la pulsera.
          A las dos y media, los dos niños aún seguían allí cuando, de pronto, escucharon un gran ruido, y ¡zass! Delante de sus ojos tenían a dos caballos preciosos. Como ya era hora de ir a casa y los dos niños aún no habían llegado, sus padres fueron a la terraza de la casa. De repente vieron como sus dos hijos cabalgaban en unos preciosos caballos.
ANDREA



                    EL CONEJO AVENTURERO
          Érase una vez un conejo llamado Aventurero, que estaba cansado de estar siempre en la misma granja. Un día, en el año 2.015, decidió irse por todo el mundo. Quince días más tarde, llegó a Irlanda y vio un conejo y le preguntó:
          -¿Qué haces tú por aquí?
          -¿Quién, yo?
          -Sí, tu.
          -Yo soy de aquí.
          -¿Podrías enseñarme vuestras costumbres?
          -¡Si, como no!
       Cuando le contó las costumbres, le preguntó:
          -Y tú, ¿a dónde vas?
          -Yo voy a dar la vuelta al mundo.  ¿Quieres venir?
          -Claro.
          Siguieron su camino y recorrieron Francia, Inglaterra, Japón, China…hasta que llegaron a Hiroshima. Allí vieron otro conejo y le preguntaron:
          -¿Qué costumbres tenéis aquí?
          -Nosotros ya no tenemos costumbres.
          -¿Por qué?
          -Porque desde que explotó la bomba, todos estamos tristes y perdimos las costumbres.
          -Qué pena, ¿no?
          -Sí, una pena.
          -Para alegrarte el día, vente con nosotros.
          -Vale.
          Y el conejo se unió a ellos. Cuando dieron toda la vuelta al mundo, todos se fueron a sus países con sus familias menos el conejo de Hiroshima que vivió feliz con su amigo Aventurero.
LUCÍA



UN SUEÑO HECHO REALIDAD
          Estando mi amiga Ana y yo en las rocas de la playa de Miño, como en otras ocasiones, de repente Ana se coló en un agujero y me gritaba:
          - ¡Susi, ayúdame!
          Yo corrí hacia ella y le agarré una mano, pero en ese momento una gran corriente nos arrastró a las dos y de repente nos encontramos en África, en un concierto de nuestra admirada Shakira cantando con ella para ayudar a los niños necesitados.
          Pero en medio de tantos aplausos y gritos, abrimos los ojos y estábamos tumbadas en la arena.
          -¡Ana, no sabes lo que me acaba de pasar! -le dije yo.
          Y al contárselo, nos dimos cuenta de que a ella le había pasado lo mismo.
          -¿Pero sería un sueño o es que esto es realidad? -pregunté.
          Sueño o no fue una experiencia maravillosa para las dos.
SUSI

LOS HERMANOS AVENTUREROS
           En el 2.013 en California, hay tres hermanos: Laura, Sergio y el pequeño Carlos. Un día fueron con sus padres Luís y Lola a la playa. Después de merendar, no se quisieron bañar y dijo Sergio:
          -Mejor que bañarnos, vamos a buscar alguna cueva para jugar a que somos Indiana Jones, a aventuras.
          Y dijeron Laura y Carlos:
          -¡De acuerdo!
         Se repartieron los papeles y a jugar. Jugaron tres horas seguidas, hasta las 20:30. A esa hora sus padres los llamaron para irse. Cuando iban de camino a casa, sus padres les preguntaron:
          -¿Mañana volvemos a la playa?
          -¡Siii!-gritaron los niños.
          Y durmieron genial después de esas aventuras imaginarias. Según ellos sus vidas cambiaron. A la mañana siguiente, su madre Lola los despertó a las 10:15 de la mañana y a las 12:30 de la mañana se fueron a la playa. Comieron y no jugaron en el agua, jugaron otra vez a Indiana Jones pero Carlos no quiso jugar porque el día anterior le había tocado ser un mono y no le gustó nada, hoy quería ser Indiana Jones. Pero Sergio no le dejó, Indiana Jones era él. Carlos aguantó y fue un mono ayudante de Sergio. Se lo pasaron genial, merendaron, se bañaron y a las 20:00 se fueron porque era domingo y el día siguiente era lunes, día de colegio. Llegaron a casa, cenaron, se lavaron los dientes, la cara y se fueron para cama. Durmieron genial.
ESTHER